La pandemia del Covid-19 llegó a Sudamérica en marzo de 2020 y desde entonces se produjeron una infinidad de variantes en la vida cotidiana de las personas. El fútbol en particular atravesó distintos momentos, en un comienzo se interrumpió la actividad por meses, desde mediados de marzo hasta mediados de septiembre en Argentina no se jugó oficialmente y en el mes de septiembre solamente lo hicieron los clubes que se encontraban jugando la Copa Libertadores, entre ellos River. En Argentina el campeonato retomó a fines de octubre.

Luego sucedió que los calendarios se ajustaron mucho y una de las medidas que se tomaron en casi todos los países del mundo fue la de pasar de tres a cinco cambios por partido, es que los futbolistas estaban siendo sometidos a jugar varios partidos seguidos y el físico no estaba preparado para eso, además también ayudaba a los equipos que sufrían algún brote de Covid como para tener más oportunidades de dosificar el físico de los jugadores.

La Conmebol mantiene los cinco cambios

La intención de la casa madre del fútbol en Sudamérica aspiraba a volver a los tres cambios por partido desde 2022 tanto en la Copa Libertadores como en la Copa Sudamericana pero desde mediados de diciembre el continente atraviesa el pico máximo de contagios y es por eso que decidió mantener los cinco cambios por este año y seguramente desde 2023 vuelva las tres modificaciones y así lo explicó en el Punto 5.1.10 –que habla de las modificaciones: “Se permitirán un máximo de 5 sustituciones de jugadores para cada equipo, siguiendo las reglamentaciones de IFAB/FIFA para la implementación de dichos cambios. En el caso de alargue en la FINAL ÚNICA, los equipos podrán hacer, excepcionalmente, una sexta sustitución. La sexta sustitución mencionada está de acuerdo con las Reglas del Juego aprobadas por IFAB/FIFA, en vigor desde el 1ro de junio de 2018”.